El presidente Carlos Mazón presenta en estas dependencias tributarias el anteproyecto de la obra, que estará finalizada este mismo año y contará con una inversión de 329.000 euros
El presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, ha anunciado hoy en Elche que Suma reformará su oficina tributaria de Carrús con el objetivo de mejorar su funcionalidad y sostenibilidad medioambiental, realizando un refuerzo de las tecnologías digitales que hagan más ágil y eficiente el servicio que presta a ciudadanos y ayuntamientos. La inversión prevista es de 329.000 euros y las obras comenzarán en este primer trimestre de 2023 y finalizarán antes de que acabe el año.
Este proyecto se enmarca en el Plan de Reforma de las 45 oficinas que el organismo de gestión tributaria de la Diputación tiene distribuidas por toda la provincia, un plan para el periodo 2023-2030 con un presupuesto económico estimado de 9,5 millones de euros.
“Elche y Carrús son una prioridad para la Diputación de Alicante y por eso arrancamos en esta oficina este ambicioso proyecto de reforma que va a desarrollar Suma en los próximos años y cuyo principal objetivo es mejorar la atención a los ciudadanos”, ha resaltado Mazón durante su visita a las dependencias ubicadas en la calle Joaquín Cartagena Baile de Elche, donde ha estado acompañado por el diputado de Contratación, Juan de Dios Navarro, y la diputada del Grupo Socialista y concejal del Ayuntamiento de Elche, Patricia Maciá, y el director del organismo tributario, José Antonio Belso, entre otros.
Mazón ha destacado que “queremos recuperar la filosofía original de modernidad, reforzar el valor de implantación física en el territorio de la provincia y mejorar la relación con los ciudadanos y con los ayuntamientos”, al tiempo que ha insistido en que “cuando todo parece que debe ser telemático y virtual, desde la institución provincial también queremos reforzar la atención presencial y personal porque el cliente lo sigue necesitando”.
Asimismo, el dirigente alicantino, que ha agradecido el trabajo que realizando todos los empleados de Suma, ha indicado que la remodelación de los espacios “debe ir acompañada también de una mejora de la atención a los ciudadanos y de las condiciones y facilidades que ya se ofrecen desde Suma, de forma especial a aquellos que más lo necesitan”.
El director de Suma ha detallado algunos de los principales objetivos de este plan de reforma que pasan por renovar el protagonismo de las oficinas tributarias; ubicar al ciudadano en el centro de atención con la accesibilidad universal como núcleo integrador; generar espacios e instalaciones funcionales e inteligentes, intensificando el uso de tecnologías digitales; apostar por la sostenibilidad, la integración y la transparencia, reafirmando la responsabilidad social; lograr espacios amables y sensibles a las necesidades de los trabajadores; favorecer la integración con el entorno y optimizar el uso de infraestructuras.
“Queremos ofrecer una atención todavía más excelente al ciudadano, reforzar nuestro compromiso social y la proximidad con el territorio y contar con oficinas más amables y flexibles para los trabajadores”, ha indicado Belso.
La implantación de impresoras de uso compartido para reducir el uso de papel, la instalación de paneles fonoabsorbentes en las paredes para mejorar las condiciones climáticas y reducir las pérdidas frigo-calorífica o de zonas de suelo podotáctil para personas con discapacidad visual son algunas de los componentes recogidos en el nuevo diseño de las oficinas, que también incorporarán el uso de Braille en la cartelería externa o zonas de oficce para facilitar a los trabajadores espacios de descanso o reunión.
El Plan de Reforma priorizará las oficinas que Suma tiene en propiedad y con mayor tiempo de uso, como es la de Elche-Carrús, abierta en 1998 y que, con una superficie de 335 metros cuadrados, es una de las más grandes de la provincia.
El proyecto contempla también la reforma en un futuro de la oficina ubicada en el centro de Elche, en la calle El Passatge, también propiedad del organismo tributario, de la de Crevillent y de la de Santa Pola. El coste medio de cada una de estas obras rondara los 213.000 euros.
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